Espacio Generativo nace después de muchos años de trabajo. Espacio Generativo nace después de un proceso interior muy intenso y de años de experiencia profesional.
...Nace del hallazgo de que todo camino de crecimiento hacia la consciencia conlleva una onda expansiva hacia el exterior. Aunque esto lo sepamos desde siempre, pienso que tomar consciencia de buen principio, favorece el cambio que reamente queremos en nuestra vida. Entiendo que pueda dar miedo en según qué casos, pero si lo da no será tal cómo lo pensamos.
El cambio propio no es sólo desde una sola parte de nosotros mismos, es en el global de nuestra vida. Unas partes se transformarán, se adaptarán a la nueva realidad y otras, simplemente, desaparecerán porque no tienen lugar en el nuevo espacio.
El cambio, en realidad, es crecer y nos acerca hacia una verdad que en primer momento desconocemos..., aunque la podamos intuir.
El camino lo sentimos necesario, aunque no sabemos hacia dónde va.
Algo nos dice que estamos ajenos a la realidad interna, a nuestra propia coherencia.
Algo nos grita nuestra desconexión con la vida...
Las programaciones sociales, familiares, del entorno no siempre se ajustan a la realidad de cada persona, aunque uno se intente adaptar.
Es habitual que intentemos esforzarnos y nos esforcemos por adaptarnos… y de hecho en cierto modo, se consigue hasta que algo ocurre como una crisis financiera, una crisis fuerte de pareja o una ruptura, la muerte de un ser querido… lo que sea o enfermedad, una depresión, crisis de ansiedad… Algo ocurre que precisa de una atención diferente de la que se ha dado hasta ahora.
Algo ocurre lo suficientemente importante que no podemos transitar como hasta ahora, lo imposibilita desde el primer segundo hasta el extremo que por mucho que se intente, no se consigue avanzar.
Es común sentirse perdido y en algunos casos, nos enfadamos por lo que está ocurriendo, incluso por las reacciones de nuestro entorno y nuestras propias reacciones. Es como si alguien, de golpe, hubiera cambiado las normas del juego, la propia baraja sin avisar.
Buscamos de respuestas a todo esto porque lo que va quedando atrás no las contiene.
Necesitamos comprender y poco a poco, nos abre hacia un nuevo paradigma que sólo transitaremos por nosotros mismos, con nuestros pies, nuestra propia decisión e impulso y nuestra alma.
Es exclusivo de cada uno: es el encuentro con uno mismo, con sus verdades y su sentido en este mundo.
Podemos estar ajenos a todo esto y disimular que no ocurre, readaptándonos de nuevo y con ayuda encontrar la manera de que el cuerpo, la mente, la emoción vuelvan al redil, pero a medida que vaya pasando el tiempo, el mismo cuerpo, la misma mente y la misma emoción volverán al grito del principio con nuevas expresiones, cada vez más aparatosas hasta que sean escuchadas… pero, cada uno decide si escucharlo o mantenerse ahí. Es algo de cada uno.
Lo que nos mueve, generalmente, es el objetivo de volver a estar como antes, estar bien pero nunca más estaremos como antes. Es como tener el deseo de volver a la cuna o a gatear, ese momento ya pasó.
De hecho.., una vez superado, estaremos mucho mejor.
Algo nos ocurre que nos descubrimos dormidos, desconocedores de partes importantes de nosotros mismos, del entorno. No entendemos.
Todo tiene un sentido que, al principio, parece oculto hasta que se nos muestra tal y como es: una parte intrínseca y sabia de la vida.
Entonces, muy pronto, nos damos cuenta de que el objetivo es importante pero no es lo que creíamos, lo interesante es el propio camino, esta especie de viaje.
El objetivo es remodelado constantemente, de forma más completa a medida que nos acercamos.
Todo cambia y hay cosas del pasado que nos chirrían. Cambiaremos algunas, las más importantes y otras, caerán por su propio peso.
Al entender este tránsito como algo que se da de forma natural, nos enseña que hay unas leyes implícitas en la vida, en la existencia, en la experiencia humana que la protegen y ayudan a la evolución.
A partir de aquí, el secreto está en aprender a escuchar, a estar presentes, descubriendo qué hemos construido en nosotros mismos antes y que debe ser remodelado.
No hay nada mal ni bien. Todo tiene un sentido y un para qué que fue más allá de nuestra propia comprensión.
El universo que habitamos lo llevamos dentro desde la parte más pequeña a la más grande de nosotros mismos. Cuando descubrimos esta realidad y reconocemos su propio movimiento, nos sentimos acompañados permanentemente.
Es ahí cuando todo habla, todo se sintoniza a través de un lenguaje propio.
Aspectos como la incertidumbre, el miedo toman un significado distinto.
No hace falta aniquilar nada porque todo forma parte de la experiencia en esta tierra.
No seremos presos de los caminos ni de los objetivos porque sabremos quiénes somos, dónde estamos, qué necesitamos en cada momento y hacia dónde vamos, cómo hablan nuestros anhelos más profundos y qué hacer con todo esto.
La propia vida se transforma en algo con un sentido (de sentir y de significado) distinto que nos conecta con nuestros talentos, con la capacidad de aprender y gestionarnos en un espacio mucho más grande, infinito, sintiéndonos protegidos.